Pequeño lavado de cara de mi cocina

Hola a tod@s!!

Hoy no traigo receta, porque me apetecía mucho poder compartir con vosotros el pequeño cambio que le he hecho a mi cocina.

Me gustaría poneros un poco en antecedentes para que entendáis un poco porque he hecho esto, y porque mi cocina es tan humilde.

Lo primero, para los que no lo sabéis (que no creo que a estas alturas sea ninguno de los que me seguís habitualmente), vivo en Chile. LLegue en febrero de 2016, lo cual quiere decir que en menos de 3 meses, hago 3 años como chilena de adopción. Cuando llegamos, vivimos durante unos 6 meses en un apartamento chiquito, tipo caja de cerilla, pero que era lo ideal para aquel momento. Cuando llegamos habia muchiiiiisimos papeleos que hacer constantemente. No sólo solicitar las visas, sino abrir cuenta de banco, gestionar colegio para nuestra hija Carmela, regularizar nuestra situación, tener el consulado cerca… Y todos esos papeleos se hacen en el centro de la ciudad. Así que teniendo en cuenta que íbamos a tener que echar muchos paseos al centro, y que no hemos podido comprarnos un coche hasta hace unos meses, decidimos arrendar un apartamento (departamento) amueblado cerca de todo el meollo. Era muy pequeño pero tenía lo necesario para salir de paso, aunque por la localización y el hecho de estar amueblado, era muy caro en relación a lo que ofrecía, a lo que había que sumar que teníamos que contratar transporte escolar para la niña… Decidimos que nos quedaríamos ahí hasta terminar con todas las gestiones y después empezar a buscar algo mas conveniente.

Pasados varios meses, ya teníamos colegio para Carmela, cerca además de la universidad de la Frontera, que es donde trabaja mi marido, y nos concentramos en buscar una casa por esa zona. Resulta que la zona que necesitábamos, es una zona residencial, muy tranquila, cómoda, bien situada, pero muy antigua. Casas unifamiliares de dos plantas, de hace más de 50 años y con bastante poco trabajo de mantenimiento y reforma por una sencilla razón… los dueños se han ido desplazando a las afueras, donde están las nuevas urbanizaciones, y estas casas han ido quedando para arrendar, con lo que se les hace poco más que el lavado de cara justo y necesario para que no se caigan a pedazos. Aun así, he de decir que nuestra casera es una mujer muy comprensiva y le gusta ir invirtiendo en sus casas (por ejemplo, le he dicho que es necesario cambiar el suelo, ya vereis las fotos como esta, y ha dicho que efectivamente y que después de las vacaciones de verano se hace).

Aun así, hay que mirar las fotos que os voy a enseñar con cariño… pensad en las casas de pueblo, de los abuelos, que no son las más bonitas o las más modernas, pero tienen su aquel… Además, esta casa está a dos minutos caminando del colegio de mi hija y a 10 del trabajo de mi marido. Yo tengo de todo alrededor, y está a 10 minutos caminando de centros comerciales, zonas de copas, etc… Si quieres todo eso sin pagar el exceso de vivir justo en el centro neurálgico, tienes que hacer concesiones.

Por otro lado, cuando nos mudamos a esta casa, nuestro presupuesto para amueblar era ya un poco limitado… después del dineral que supone gestionar visados, colegio, empezar una nueva vida donde hay que comprarlo absolutamente todo (no olvidéis que llegamos a Chile con dos maletas cada uno, y sin pasarnos de los 23kg que te permite la aerolínea), pagar mes de arriendo, mes de garantia y demas… decidimos que lo primero era invertir en unas buenas camas, y muchas de las otras cosas, podrían ser de segunda mano, sobre todo porque realmente no sabíamos para cuanto tiempo iba a ser nuestra aventura en tierras andinas.

Os voy a enseñar cómo era la cocina… las fotos son de cuando empezamos la mudanza:

La entrada a la cocina. Fijaos en la pared de la derecha, donde el interruptor. Ahí es donde estaba inicialmente la puerta de la cocina, que en algún momento, los dueños anteriores, decidieron tapiar, dejando una verdadera chapuza. Esa pared ha sido para mi un verdadero hándicap, mi TOC me obligaba a querer arreglarla o taparla continuamente de algún modo. Ahí no se aprecia pero estaba igualmente llena de grietas verticales. El único lugar para la nevera es bajo las escaleras, lo cual limita a una nevera pequeña. Compre esa de segunda mano porque cabía bien en el hueco.

La puerta y ventana necesitaban seriamente una mano de pintura. El mueble del lavaplatos es lo único que había a mayores en la cocina. En Chile se acostumbra a llevárselo todo de una casa a otra, hasta el mueble con el fregadero… cocina, nevera… todo! No está en óptimas condiciones pero es de la dueña y no puedo quitarlo. Le cambié los tiradores que estaban rotos.

En la pared de enfrente del lavaplatos que os acabo de enseñar esta ese «mueble» de obra, hecho directamente en la pared. Tiene unos 50 años, pues venia asi en la casa. Las puertas de madera no corrían ya, a no ser que tuvieras el brazo de Schwarzenegger… A los pocos días de estar viviendo en la casa las tuvimos que quitar, porque yo sola muchas veces no era capaz de moverlas. Hay un estante superior, que en algún momento tuvo otro más encima, del que solo quedan las guías en la pared, y otro pequeño estante para un horno o un microondas.

Esa cocina la compre de segunda mano. Con mucho uso y bastante maltratada… de tanto rascar con el estropajo de acero, el panel estaba muy borrado o dañado a nivel estético, pero el funcionamiento de la cocina no da problema alguno. Esta la voy a cambiar en breve por una encimera de encastrar.

Tras un par de semanas de haber entrado a vivir a la casa, con muy poco presupuesto, la cocina estaba asi:

Como tuve que sacar las puertas, puse unas cortinas con una tela rústica, lo mismo en el estante superior. La cocina no tienen campana extractora ni posibilidad de ponerla (sino lo habría hecho!!) con lo que cualquier cosa se engrasa enseguida… 

Aprovechando una lata de pintura que dejaron los pintores, pinté la puerta y la ventana en un color marrón chocolate que hacían que la cocina se viese aún más pequeña, pero al menos era pintura fresca… esas cortinillas fueron una mala idea desde el principio pero me horrorizaba ver el lavadero y el calentador ahí afuera…

 

Compramos ese mueble de melamina que colocamos encima de la cocina, porque no había espacio físico de almacenamiento en la cocina. Al estar justo encima, entre el vapor y el calor, los bordes de la melamina se me hincharon, así que veréis en las próximas fotos como lo solucioné.

Intento desesperado, poco acertado y «Low cost» de tapar al máximo el destrozo que había en esa pared (uno de los muchos…. a lo largo del tiempo fue sufriendo diversas modificaciones!)

Veréis, para mi, mi cocina tiene que ser un lugar donde me encuentre a gusto, donde me guste y quiera estar… por desgracia, en esta cocina, no quería pasar ni un minuto mas de lo necesario… Y tenía que cambiar eso! Pero igualmente, teniendo en cuenta que es una casa de arriendo, no me puedo ni quiero gastar en ello un dineral.

Tras mucho Pinterest (disfruto mucho sacando ideas de ahí), muchas ideas, y la perspectiva de 3 años más en esta casa,  me llevaron a hacer los cambios que veréis a continuación. La verdad, en algún momento de los últimos dos meses, pensamos en cambiar de casa. Ahora disponemos de coche y ya no es una opción que no nos podamos permitir, pero la verdad… Empezar a usar el coche para todo no es algo que vaya con nuestra visión de la vida. La contaminación que produce, el sedentarismo y el gasto extra… todo son puntos negativos si lo piensas bien. Me propuse hablar con la dueña para que haga las pequeñas reformas necesarias, y me planteé hacer el lavado de cara de la cocina por menos de 100.000 pesos chilenos, que para quien me lea desde españa son unos 130 euros, para quien me lea desde argentina son 5600 pesos argentinos y para quien se maneje en dólares son 150. El coste total de la reforma fueron 9.900 pesos por el papel mural autoadhesivo, 17.000 por el vinilo efecto mármol para el mesón del «mueble de obra», que me lo traje desde USA por Amazon, 14.000 de la pintura a la tiza de «Rust Oleum», 7900 por el Spray de «Rust Oleum» para la cocina (es más caro porque es especial para el calor) y unos 15.000 pesos en algún accesorio que compre. Todo lo demás fue reaprovechando cosas que ya tenía. Total: 63.800 pesos chilenos, 84 euros, 3580 pesos argentinos o 95 dólares.

Y una cocina en la que si me da gusto estar a pesar de no ser mi estilo… Yo soy de estilo nórdico (que puedo decir. IKEA me chifla), y aquí he tenido que meterle lo que le iba, un estilo «farmhouse»… casa de granja o casa de pueblo antigua, con ese aire vintage… aun así, a todos nos encanta!

Atent@s!:

Empezando por la odiosa pared… Durante una semana estuve enyesando, lijando e igualando al máximo para dejar una superficie lisa, adecuada para embellecer con un papel mural. Escogí uno autoadhesivo para no tener que comprar cola. Como ya había decidido darle ese aire campestre vintage, me decante por un estampado imitación a listones de madera. Además, el patrón vertical es más fácil de trabajar a la hora de unir un paño con otro, ya que no hay que casar patrones horizontales que normalmente te obligan a desperdiciar mucho papel.

Asi quedo una vez terminada la pared… no me canso de mirarla… (aproveche el yeso sobrante para rellenar los «socavones» del suelo hasta que la dueña lo cambie en unos meses).

Cambié el palet de cucharillas con las tazas por un carro para el desayuno. En su momento, compre este carro para las frutas y verduras pero no terminó de cuajar, ahora nos encanta! En la parte superior están el café, el azúcar, la miel, la panela, las galletas maría, una selección de infusiones… En el segundo estante todas las tazas, y abajo, una cajita donde tengo el café molido, y las cajas de infusiones para ir reponiendo sobrecitos.

Me encanta! Y con las calas de mi jardín, más aún!! 

Esta memo board está hecha con unos perfiles de madera de pino que tenia de cuando le hice a mi hija las «tiendas de campaña» para la fiesta de pijamas de su cumpleaños. La madera negra, era una que tenia por ahi, y la pinte con tempera negra, haciendo efecto pizarra. El pino está teñido con café, y las pincitas eran de un calendario de adviento que tenia por ahi de otros años.

Estos corazones son bolsitas de lavanda. Los hice con unos restos de arpillera y de tela de lino que me sobraron de otras manualidades. Yo creo que los detalles dan vida a una casa, sobre todo cuando son tan personales, y hecho por uno mismo… ayudan además a crear ese ambiente tan vintage. Llevan lavanda seca recolectada aquí en Temuco.

Al cristal de la ventana y la puerta les puse un vinilo translúcido, con un finísimo patrón que solo se nota muy de cerca, que da un aire antiguo. Este vinilo lo había puesto ya hace tiempo… ya os dije que no soportaba ver el lavadero. A la ventana no le puse cortina porque está al lado del fregadero y no me resulta cómoda ni higiénica. A la puerta le confeccioné un estor romano, con trozos de telas que tenía de otros proyectos. La parte superior de color natural fue en su día una funda de cojín, y el lino azul, iban a ser unos manteles individuales que nunca llegue a coser…

Aqui podeis ver el detalle del estor romano y el color del que pinté tanto la puerta como la ventana, con pintura a la tiza de «Rust Oleum». Buscaba darle un color mediterráneo, que recordase a las pequeñas casitas griegas, encaladas, con sus puertas y ventanas azules… 

Esta foto es totalmente natural, sin preparación, la saqué para enviarsela a mi cuñada y que viese como habia quedado… por eso están ahí los platos recién lavados, escurriendo… pero me gusta la naturalidad, la cotidianidad de la escena… esta es mi casa! y así la estáis viendo! Veis el marco que le puse a las puertas del mueble para disimular los bordes hinchados? Con los mismo perfiles de pino reaprovechados y pintados con la pintura a la tiza. Añadí una alfombra rústica al suelo para tapar ese desastre hasta que se cambie el suelo. La cocina, la pinté con un spray de «Rust Oleum» especial para calor (o sea, para pintar estufas, cocinas, etc…) y  parece otra!! sin los rayones y demás… Tuve que desmontarla entera, limpiarla y desengrasarla a fondo, dejarla secar y después pintarla y montarla nuevamente.

Aquí veis mejor como se quedó pintada… esta foto es justo del momento de terminar de montarla, y anterior a la que veis arriba, donde ya todo iba tomando forma.

La nevera con un vinilo de pizarra donde doy rienda suelta a mi creatividad

El «mueble de obra». Le hicimos unas puertas decentes aprovechando los paneles que tenía que eran correderos pero que no corrían… Se me olvidó incluir el precio de los tiradores en el coste final del proyecto, pero son unos 1200 pesos… no supone un gran cambio. ¿Veis lo precioso que se queda el mesón con el vinilo efecto mármol? Es de lo que más me gusta de este cambio! El estante superior lo he dejado solo con ciertos elementos que además decoran, porque con el peso de fue combando y decidí que era mejor rebajar la carga. Añadí una planta, mis botes de especias atornillados al estante, y los 3 cuadros de estilo vintage que son solo unos imprimibles gratuitos que me descargue a través de pinterest, y le hice unos marcos con unos perfiles de pino que tenia de otro proyecto.

La vista desde el otro angulo, con mi batidora de pedestal, el microondas que también lo pinte en su día, al principio de llegar a esta casa, y los diversos detalles. Incluso una placa que me metió mi hermana en la maleta antes de irme, como regalo. Como veis, aproveche unos recortes del mismo papel que use para la pared de los horrores, para darle un toque especial al estante superior

Fijaos la diferencia que marcan unas simples impresiones en papel fotográfico y unos marcos hechos con unos junquillos de pino, pintados de negro… Y mis botes de especias, que me chiflan!

 

Una suculenta que crie a partir de un esqueje… Compré ese macetero tipo rústico y me parece que queda preciosa en la cocina.

Aqui  tengo otro par de esquejes adornando la cocina en su maceta con forma de bombilla (ampolleta).

Los pequeños detalles son los que completan esta pequeña reforma… como ese salero y pimentero dando un punto de color!

A pesar de todo, sigue siendo una cocina antigua. En los próximos meses cambiaré la cocina vieja, por una placa de encimera, de encastrar, y un mueble hecho a medida, que si sale como yo quiero, tendrá un cajón largo para los utensilios de cocina, y otro grande para guardar ollas, sartenes y demás, pero tengo que encontrar un carpintero que me lo haga a mi gusto. No obstante, ahora ésta habitación tiene personalidad, me gusta estar en ella, como dice mi hija, es hogareña… y eso es lo que cuenta…

A vosotros qué os parece el cambio, por tan poco dinero?

Un besazo, merenguelimoneros!!

Comments

  1. Responder

    Te ha quedado muy bonito todo, eres muy creativa porque yo no sabría dar ese toque de color al microondas y la cocina, me encanta saber que alguien sabe disfrutar y sacar provecho al redecorar, te felicito ✨

  2. Responder

    Ángeles, FELICITACIONES!!! Excelente te quedó esa cocina pequeña. Me imagino cómo te habrá costado, siendo chef profesional, habituarse a un espacio tan pequeño. Los detalles la hacen única. Supiste aprovechar Pinterest en todo su potencial. Sos una artesana buenísima! Todo es bello, desde la suculenta hasta la mesa de desayuno. Funcional y decorativo. Sólo aplausos para vos!!! Gracias por compartir.

  3. Responder

    Me encanta, me gustaría mucho ver el resto de tu casa, debe ser preciosa.

  4. Responder

    Había visto tu post del arreglo de la cocina, y me pareció increible. Solo una pregunta ¿Cómo te las arreglas sin extractor de humos o campana? Tiene que quedar todo muy sucio y el armario encima del sitio para cocinar no es de lo mejor, lo siento por ti que eres quien limpia. Ojalá puedas poner un extractor de humos en la ventana si tiene salida exterior. Por lo demás decirte que eres una manitas, felicidades.

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